Y lo hacia tan a menudo que resbaló tantas veces, que ahora se cae, duele pero no escuece...
Y con la misma brisa que le dio la risa hace tiempo atrás, en otro momento, en otro sitio, en otro lugar.. caminaba caminito para quitarse las penas y cuando quiso volver no quedaba arena.
Y es ya más de media noche en la noche de los gatos, se pasea por los bares se entretiene a cada rato y él camina por la sombra, como van los gatos pardos.
Los gatos no tienen dueño, los gatos no tiene amo. No respetan las señales, no responden los reclamos, vivir así comprade no puede ser malo.
La noche de los gatos. Muchachito Bombo Infierno.
Por fín! Tú!
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